LA GUÍA ALTERNATIVA

1.- TODO HABLA: Ascensores, el metro, las puertas, las cabinas teléfonicas, edificios, máquinas expendedoras varias, en general, todo objeto inerte que en Chilito guarda un respetuoso silencio, en Estados Unidos dale con saludarte, preguntarte, darte vuelto, desearte buena suerte, avisarte en qué piso estás, en qué estación, etc, etc. De verdad de repente dan ganas de que se callen, y no, no es necesario responderles.

2.- MUSEOS SI, LUGARES TURÍSTICOS NO. A ver, esto quizás valga especialmente para Nueva York, donde para ver de cerca la Estatua de LA LIBERTAD, tienes que hacer cola durante una hora, pagar como 6 lucas y dejar que la policía te registre tus partes pudendas, con tus zapatos, cinturon y chaqueta metidos en una máquina de rayos X. Lo peor es que los gringos ni cachan la cruel ironía de hacer todo esto para visitar el supuesto ícono del mundo libre. Pal Empire State, la cosa es más o menos parecida, sólo que más cara, así que los mandé a caminar, porque no quería que un ascensor me hablara durante los 3 minutos que dura el ascenso. (ver punto uno). En cambio, todos los museos son la raja, especialmente el Metropolitano de Nueva York y El Smithsoniano de Washington (ojo, este último es gratis).

3.- FAT AMERICANS: Los gringos comen raro y mal, en un desayuno me comí los famosos pankakes (panqueques guatones) con tocino, huevo y MERMELADA, porque sí, ése es como un plato típico, del desayuno. Pal almuerzo se chantan un sandwich y oh! horror de horrores, no toman once, tal vez la comida más rica del día. Puaj con la comida americana, con razón hay tanto restaurante «internacional».

4.- EL AZUCAR NO ENDULZA, LA SAL NO SALA: Quizás he ahí la madre del cordero, la explicación pa tanta gringa y gringo desabrido, pantruquiento, de humor fome y política absurda que pulula por el mundo. Efectivamente, para endulzar una taza de té se requiere no menos de cinco cucharadas de azucar, y la sal también es bastante insípida, un dato freak para el que no tengo mayor explicación. Claro, tal vez sea más saludable pero mi paladar sudaca me demandaba sabores más evidentes.

LOS NEGROS: A ver, para ser objetivo con la población afroamericana (vale decir, «negros») hay que partir diciendo que no todos son negros, sino que los hay también de un café muy oscuro. Los negros hablan fuerte, son bruscos en el trato mutuo y cuando no se están riendo, ponen esa cara de rapero sin amigos que es bastante intimidante. Gustan del color negro, y la ropa gigante, incluso más que ellos. La cosa es que hay negros buenos y malos, pero un negro malo tiene físicamente más posibilidades de hacerte daño que, digamos, un suizo malo. Nota mental: no es conveniente decirles «nigger» para caerles bien o sentirte parte de la pandilla, nop, muy mala cosa. Tampoco recomiendo pedirles orientación o direcciones, porque hablan bien difícil, como en las películas de Samuel L Jackson.

CADA CUAL CON SU GRACIA: A ver, esto es tal vez el mejor consejo de todos: Si estás viajando sólo, y necesitas que alguien te tome una foto en un lugar importante ¿a quién recurrir? A los Japoneses !!!! Sí! son una raza con un marcado gusto por la tecnología y el registro fotográfico, y por lo general tienen super buena disposición. De hecho, en Washington, un nipón casi se tira de guata para lograr meter mi esbelta silueta y el monumento a Lincoln dentro del cuadro, de puro buena onda. Ahora, para pedir indicaciones o direcciones, lo mejor son los viejitos gringos de las plazas: se esmeran en hablar un inglés clarito, y a veces te acompañan un par de pasos para asegurarse que entendiste. Finalmente, para pedir picadas donde comer o comprar, los latinos la llevan, además de tener el plus de poder comunicarte en este hermoso idioma, eso si no te importa el acento onda «que tu quiere mi helmano?»

JUGAR AL CÁGATE DE FRÍO: Yo que pensaba que era una exageración de nuestro clima subtropical, cuando me advertían del recontrafrío estadounidense, pagué de la peor manera mi error. El suelo congelado y la nieve cayendo me recordaron a cada momento las temperaturas bajo el grado celsius, así que vaya muuuuy abrigado. Lo que me recuerda….

GRINGOS MAJARETAS: Las distancias en millas, los volúmenes en galones, el peso («la masa» dirían algunos) se mide en libras, la temperatura en farenheit, WHAT THE HELL! La minoría es católica, comen más al desayuno que al almuerzo, es de buen gusto llevarte las sobras de tu comida de los restaurantes, el fútbol se juega con las manos y el que se juega con los pies se llama «soccer». «Ojos» se dice «Ais», «Ais» es también «hielo» y «hielo» significa «amarillo», ¿quién entiende? Pal próximo verano mejor me quedo en Caleta Abarca.

Nos vemos.

Malaquías.

4 comentarios sobre “LA GUÍA ALTERNATIVA

  1. Mirenlos qué bonito no?

    Uno que se revienta las uñas escribiendo pa los pastelitos, y nadie es capaz de hilvanar un par de letras pa dejar un comentario ¿o acaso he perdido el toque?…

    Espabilen caramba!

    M.

  2. vaya. el ego de periodista finalmente sale a flote y exige retroalimentación. pues bien. como a mí me pasa lo mismo, aquí estoy dejando registro. pero que quede claro: que uno no comente no significa que no lea. a veces, incluso, uno lee tanto que no sabe que comentar.

    aunque en este caso la razón es más bien práctica: cuando uno apenas ha cruzado la cordillera un par de veces no tiene mucho que decir sobre esas cosas del primer mundo. aquí en la provincia todo nos sorprende.

    saludos.

  3. Tan buenisimos los datos, aunque no espero usarlos, lo que si sabia esque comen pésimo y son todos gordos incluso hay un estado donde el 90% de la poblacion es obesa morbida. Solo vean el documental «Superzise me» esta bien educativo para conocer al hermano Yanqui.
    Pd: I Love Macdonnals

  4. De tu guía, creo que lo peor es preguntarle a cualquier persona sobre una dirección, más allá de la barrera idiomática están las ganas que por lo menos acá en Chile casi nunca tenemos, de mandar al preguntón a cualquier parte, menos a su lugar de destino.

    Maldito latino con pañuelo en la cabeza (Al estilo de Blood in, Blood out), me mandó en el metro en dirección al bronx, cuando yo quería ir a otro lado… me subí a un carro y la imagen del comercial de TUYO en que muchos negros rodean a un chileno que come un tuyo por el lado blanco y después lo gira, es nada comparado con lo que yo sentí. Eso de la cara de pocos (o nada) amigos es 100% real, son intimidantes, huelen el temor… miden en promedio 10 centímetros más que todos los chilenos… Todo mal. Lo mejor es bajarse y tratar de tomar el metro que va para el otro lado y que puede pasar en cualquiera de los pisos de la intrincada red de metros de la capital del mundo.

    Lo mejor es tener una guía del complejo metro de NY, y tomarse el tiempo para consultarla.

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